EL SECRETO DE LOS GEMELOS
Hardy estaba en la cocina
trasteando por el fondo de la despensa , al lado estaban las
botellas pegadas unas a otras como si estuvieran en una lata de atún.
Hardy estaba hambrienta y se hubiera comido cualquier cosa sino
hubiera sido por aquel grito espantoso. Se oyó de repente sin más.
-Ahhhhhhhhhh, ¡Qué asco,
qué desvergüenza ya no lo soporto más!¡Me voy!
-Pero ¿Qué ha pasado
aquí? -dijo mamá.
-Me voy ya no aguanto más,
está casa es un infierno, si no es por los niños es por esa odiosa
mascota, se ha hecho pipí en el delantal -dijo Gaspara.
-Pero habrá alguna manera
de arreglarlo ¿ NO?
-No no hay ninguna manera
de solucionarlo,en definitiva¡Me voy!-dijo Gaspara.
-Pero mañana es el
cumpleaños de los niños,no te puedes ir.-dijo mamá.
-Claro que me puedo ir, es
más me voy a ir ahora mismo.
Gaspara siempre estaba
diciendo de cuando en cuando que se iba a ir pero nunca lo hacía,
siempre se quedaba a gusto al lado de la puerta. Pero ese día iba en
serio Gaspara se iba a marchar.
Mamá estaba muy enfadada
con Gaspara y gritó:
-¡A la porra Gaspara,me
las arreglare yo solita!
-Nosotros te ayudaremos
mamá, prepararemos la merienda -dijeron Norma y Marcos.
Norma era una niña de
pelo corto y puntiagudo. Parecía un niño pero a ella no le
importaba. Marco era un niño inquieto que paraba nunca de
correr,saltar y jugar.
A Norma le gustaban los
animales y a Marco la gustaban las plantas, tenía de todas las
clases pero la que más le gustaba era una margarita africana.
Marisa, la madre estaba
muy preocupada por que llegó la hora de decirles el secreto a los
niños. Desde pequeños estaban esperando al octavo cumpleaños por
que era muy especial. Marisa tenía el corazón en un puño por
estaba muy preocupa. Quería salir de aquel mundo de preocupaciones:
-¿Se irían para siempre?
-¿Se enfadarían?
No se sabe.
Un día sonó
el timbre. Era el cartero. Los dos gemelos abrieron la puerta y llegó
un carta se la dieron a mamá. Mamá se extraño, pero la leyó. De
repente se quedo parada y llamó a papá. Se quedaron los dos
petrificados, no habían hablado nunca por carta con aquella
mujer,solamente por teléfono y así decía:
-Hola,quería
ser la primera en felicitar a los niños en su octavo cumpleaños.
Dios me llevará pronto así que no quería morirme sin decir una
cosa de los niños que nadie lo sabe,solo yo.
De: Sor iluminada
El día del cumpleaños
había llegado. Le habían regalado un montón de cosas.
Pinturas, una bici,un
caballete etc. Marisa esta súper nerviosa por que era hora de
decirles el secreto. Cuando se fueron todos los invitados mamá les
dijo a Norma y a Marcos que se sentaran en el sofá. Mamá les hablo
muy claramente:
-Marco,Norma tengo que
deciros una cosa.
-¿Qué mamá?-dijeron a
coro.
-Que hace mucho
tiempo,cuando todavía no habíais nacido yo conocí a Sor iluminada.
Ella y yo nos hicimos amigas tan amigas que un día me contó un
secreto. El secreto era que conocía a unos niños abandonados que
había encima de una colina, ella me dijo que no sabía quien era la
madre pero que yo podía ser si quisiese. En ese momento acepté pues
me llevó a las colinas donde estaban esos niños y eran tan bonitos
que me los llevé pues nadie los quería. El caso es que esa mujer me
ha escrito por carta y me ha dicho que es muy importante que vayamos
al convento donde vive porque me ha dicho que hay un secreto que no
me dijo antes de llevarme a esos niños.
-¿Nos estas diciendo que
somos adoptados?-dijo Norma.
-Exactamente, ¿estáis
enfadados por haberos engañado todo este tiempo?
-¿Enfadados dices?,para
nada esto es lo más guay que nos ha pasado en la vida-dijo
Marco.
-Ha pues sino hay
inconveniente ¡Vamos allá !
Los cuatro fueron fueron
al convento y fueron a la habitación de Sor iluminada.
Cuando abrieron la puerta
se encontraron con la monja en una cama con la cara tan pálida como
una nube de algodón. Entonces Marisa fue corriendo hasta la cama
diciéndole cual era el
secreto. Ella contesto:
-En lo más profundo de la
montaña vive el unicornio mágico que te servirá de ayuda
para que tus hijos no se
conviertan en dragones escupe fuego. Por eso era por que nadie
quería a esos niños pues al octavo cumpleaños quedaran hechizados.
En ese momento Sor
iluminada quedó dormida y la familia fue corriendo a la montaña.
Cuando estuvieron allí le pidieron al unicornio que debían hacer y
este les dio una pócima para curar ese encanto para siempre.
Desde ese momento todos
vivieron felices y comieron perdices.
FIN
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